Querida Ute Schilling, querida Gaby Schilling, ¿cómo ha ido el primer año de vuestra dirección única?
El primer año ha sido un éxito. Registramos buenas cifras de ventas y seguimos dirigiendo la empresa sin grandes sobresaltos. Ya estábamos familiarizados con los procesos, pues habíamos trabajado en nuestra empresa familiar durante varios años. Durante una fase de transición de cuatro años, ya éramos miembros del Comité Ejecutivo. Fuimos asumiendo nuestras funciones paso a paso y pudimos asumir responsabilidades desde el principio.
¿Cómo te formó el tiempo que pasaste con tu padre en la dirección?
Trabajando con nuestro padre, aprendimos lo importante que es crear estructuras y procesos claros. Eso siempre fue muy importante para él. Lo hemos adoptado como una clara prioridad en la gestión de nuestra empresa.
¿Qué fue lo más importante que aprendiste de tu padre?
Toma decisiones con rapidez y prontitud. Esto no siempre es fácil, pero es importante que se reconozca un camino claro, pues es la única forma de avanzar juntos.
Otra cosa, quizá aún más importante, que nos transmitió nuestro padre es el aprecio y la responsabilidad hacia nuestros empleados. Los empleados son el activo más importante de una empresa.
¿Hay algún momento o acontecimiento especial que recuerdes con cariño de cuando trabajabas con tu padre?
Guardamos un grato recuerdo de nuestra reunión mensual periódica, para la que siempre sacábamos tiempo los tres. Cada uno de nosotros informaba sobre la situación actual desde su propia perspectiva, establecíamos juntos las prioridades y elaborábamos posibles soluciones. Siempre eran horas muy constructivas y enriquecedoras.
Mirando hacia atrás, ¿cómo ves el éxito del traspaso de la empresa?
Desde la perspectiva actual, estamos especialmente agradecidos por la confianza que nuestro padre depositó en nosotros. Vio y alentó nuestras capacidades, lo que le permitió soltarse y ceder gradualmente las tareas de dirección por completo.
También estamos agradecidos a nuestros empleados por no darnos nunca la sensación de que sólo éramos «los hijos del jefe». Sólo este reconocimiento de nuestros logros y capacidades allanó el camino para cambios fundamentales, como la digitalización de nuestros procesos. Sabemos que los empleados son el activo más importante de una empresa. Siempre somos conscientes de nuestra responsabilidad y del aprecio necesario hacia nuestros empleados. Por ello, nuestras puertas están abiertas a todos y con todas las inquietudes.
¿Qué éxitos has podido celebrar desde que asumiste la dirección?
Estamos especialmente orgullosos del éxito de la puesta en marcha de un comité de empleados, con el que se produce un intercambio regular de las preocupaciones de los trabajadores. Los representantes elegidos también adquieren una visión más profunda de la empresa y de las complejas interrelaciones.
¿Cómo encuentras el equilibrio en tu trabajo?
Disfrutamos cocinando en casa con nuestra familia, incluida la buena mesa. La música también es un buen equilibrio para nosotros, por ejemplo participamos activamente en el coro y como organistas en los servicios religiosos.