Las estaciones de trabajo de flujo laminar, las cabinas de seguridad y los aisladores son equipos importantes en laboratorios y salas blancas, y cada uno de ellos ofrece funciones de protección específicas.
Puestos de trabajo de flujo laminar
Las estaciones de trabajo de flujo laminar proporcionan un entorno controlado con un flujo de aire uniforme que fluye horizontal o verticalmente por la zona de trabajo. Este flujo de aire se limpia mediante filtros HEPA o ULPA para crear una zona libre de contaminación. Se utilizan principalmente para proteger los productos de la contaminación, por ejemplo, cuando se trabaja con materiales estériles o en la fabricación de productos electrónicos.
Armarios de seguridad
Los armarios de seguridad están especialmente diseñados para proteger tanto al usuario como al producto. Se dividen en diferentes clases:
- Clase I: Protege al usuario, pero no al producto.
- Clase II: Protege tanto al usuario como al producto con un flujo de aire vertical y un filtro HEPA o ULPA.
- Clase III: Estos bancos de trabajo están completamente cerrados y llevan guantes incorporados que permiten al usuario trabajar dentro del banco de trabajo sin tener contacto directo con los materiales. Ofrecen un alto nivel de protección contra las partículas y aerosoles que puedan generarse durante el trabajo. Las herramientas y los materiales se introducen en el banco de trabajo a través de esclusas para evitar la contaminación.
Aisladores
Tanto las cabinas de seguridad de clase 3 como los aisladores están diseñados para proteger al personal y los productos en entornos de laboratorio, pero tienen aplicaciones y mecanismos de protección diferentes:
Los aisladores ofrecen un nivel de protección aún mayor que las cabinas de seguridad de clase 3, sobre todo en términos de esterilidad y pureza ambiental. Están completamente sellados y proporcionan un entorno controlado que suele utilizarse para la fabricación de productos farmacéuticos estériles. Los aisladores también te permiten trabajar en clases de salas blancas menos estrictas, ya que proporcionan por sí mismos un entorno de gran pureza, pero son mucho más caros en comparación
En resumen, ambos sistemas ofrecen un alto nivel de protección, pero los aisladores suelen ser la opción preferida para aplicaciones que requieren una pureza y esterilidad extremadamente altas. Las cabinas de seguridad de clase 3 se utilizan para la protección general contra partículas y aerosoles en los laboratorios.
Así que, una vez más, en pocas palabras:
Puestos de trabajo de flujo laminar: Protección del producto mediante flujo de aire purificado.
Armarios de seguridad: Protección del usuario y del producto, disponibles en varias clases.
Aisladores: Máxima protección gracias a sistemas totalmente cerrados, ideales para manipular sustancias peligrosas o cumplir requisitos asépticos.