Aquí suele haber un malentendido. Las salas blancas de las clases ISO 1-4 sólo son necesarias en los casos más raros. Por ejemplo, hay subsectores de la producción de obleas que producen en gamas nanométricas y dependen de la producción automatizada en clases ISO 3 y 4. O la industria aeroespacial debe garantizar la esterilidad absoluta en determinadas aplicaciones para evitar infectar otros planetas con gérmenes extraños.
Sin embargo, incluso allí, una ISO Clase 1 sala limpia es casi sólo una idea teórica. Según nuestras investigaciones, en realidad sólo hay tres salas blancas en el mundo que alcancen estas condiciones. La sala limpia más limpia del mundo es una ISO sala limpia del Instituto Fraunhofer de Stuttgart, que se utilizó para una misión a Marte.
Conseguir la máxima pureza de partículas ISO 4 a ISO 1 supone un gran esfuerzo en cuanto a tecnología de filtrado, automatización y planificación estricta del entorno externo de la sala blanca. Estas complejas soluciones de salas blancas suelen ser encargadas únicamente por empresas o gobiernos, y a menudo se planifican a lo largo de años de trabajo en proyectos específicos. Los costes de construcción y funcionamiento son, en consecuencia, elevados.
Un sistema modular como el que ofrece Schilling Engineering no puede alcanzar estas elevadas clases de limpieza. Sin embargo, como se ha descrito, sólo son necesarias en muy raras ocasiones. Por eso, nuestras salas blancas se adaptan con precisión a los requisitos y procesos de nuestros clientes. Porque planificamos y construimos salas blancas según el lema: Tanto como sea necesario y tan poco como sea posible.