Como empresa, queremos tomar decisiones y desarrollos sostenibles para ayudar a evitar que el calentamiento global aumente aún más. Eso es importante para nosotros.
Sabemos que el funcionamiento de las salas blancas consume mucha energía. Sin embargo, aún no hemos podido cuantificar con precisión el impacto medioambiental causado, por ejemplo, por la extracción de las materias primas que utilizamos. Queríamos saber más al respecto.
Para mejorar nuestra sostenibilidad de forma selectiva, hemos hecho elaborar una evaluación del ciclo de vida ( ECV ) de nuestros productos conforme a la norma ISO 14040. Este método de análisis pretende cuantificar de forma exhaustiva el impacto medioambiental potencial y el consumo de recursos de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida. Se realizó un análisis de la cuna a la cuna, que analiza las emisiones de CO2 de nuestros productos desde la extracción de materias primas, pasando por la producción y el uso, hasta la eliminación y el reciclaje. Además, utilizamos el método CML2001 para analizar una serie de impactos medioambientales como el efecto invernadero, la formación de ozono y la toxicidad.
El estudio nos proporciona valiosas ideas para identificar posibles mejoras y optimizar el diseño de los productos en relación con el rendimiento medioambiental. Si examinamos las emisiones de CO2 de las salas blancas a lo largo de todo su ciclo de vida a partir de los numerosos criterios, por ejemplo, los resultados son más que claros:
El 95% de las emisiones de CO2 se producen durante la fase de utilización
Por tanto, el consumo de electricidad, que se produce continuamente durante el funcionamiento de una sala blanca, representa con mucho la mayor proporción de emisiones. En cambio, la energía necesaria para la extracción de materias primas y la producción de un sistema de sala blanca sólo desempeña un papel subordinado en la evaluación del ciclo de vida. (teniendo en cuenta el mix eléctrico alemán)
Los mayores consumidores de energía en una sala limpia son las unidades de filtro ventilador (FFU ) y los sistemas de aire acondicionado, que funcionan continuamente. Por tanto, el factor más importante para la sostenibilidad de los sistemas de salas blancas es un funcionamiento más eficiente desde el punto de vista energético, lo que puede conseguirse mediante diversas medidas, como el uso de FFU y sistemas de aire acondicionado energéticamente eficientes o la implantación de sistemas de control inteligentes.
Además, el estudio recomienda aumentar el uso de materiales de construcción alternativos fabricados con materiales renovables o reciclados para mejorar la compatibilidad medioambiental de las materias primas utilizadas.
Participamos activamente. Basándonos en los resultados, ya hemos iniciado y desarrollado una serie de medidas para mejorar el comportamiento medioambiental de nuestros productos. Esto no ocurrirá de la noche a la mañana, pero confiamos en que pronto podremos presentar innovaciones más sostenibles.